lunes, 28 de enero de 2013

lunes, 7 de enero de 2013

Sangre

Y si no confiamos en ese invento fue porque
debimos haber nacido entre arboles y no entre coches
ser lo más salvaje que tus ojos hayan conocido nunca
que el humo nos deje respirar, que no nos atrape
salirnos del camino, viviendo al borde de esos días,
en los que yo escribiría tu nombre.

 No andar estropeado entre las barras de los bares,
y en mi cuello uñas afiladas, como esas palabras
que nunca llegamos a decirnos, afiladas como
esas noches atravesadas de espera, afiladas...

Como las agujas de ese reloj clavándose en tu erizada piel
por el frío que sentías al no estar bajo estas sabanas
agujas clavándose para pararnos en el tiempo
y como podría yo explicarte que no existimos en ningún otro lugar

Que el día que empiece hablar del mañana... ya no estaré
seré otro, y mi cuerpo en llamas atravesará
esa ventana en la que tu me esperabas todas las mañanas
dejaré de ser yo, yo soy otro.
Y los trozos de cristal flotaran despacio en tu memoria
me leerás despacio... las luces se apagaran.

Porque no confiamos en esa trampa
que tanto me hacia temblar,
debimos caer, para podernos levantar
yo elegí abrazarme al fuego.
decidí ser la llama, nada más.

No volveré a usar la misma excusa,
cuando me veas sangrar, ya no serán más veces:
sangro porque soy humano, ya no será
si sangro es porque estoy.
Y sangraré hasta que ya no este.
Sangraré hasta que no este.

Y toda esta tinta se volcará,
en las palabras de este folio
que una vez trataron de explicar
que nada tiene sentido,
que todo viene y va
que nada tiene sentido,

pero que con más fuerza
no lo pude llegar a sentir
de verdad.